Actualmente, después de casi 50 años, sus hijos Gerard y Eric Solerdelcoll forman parte también de este equipo, que cuenta ya con más de 35 personas. PAHI, presente en la mayoría de países europeos, sigue su expansión promoviendo y conservando sus valores iniciales con manos que dibujan, manos que cosen, manos que encolan, manos que montan muebles, manos que preparan el material para enviarlo. Así pues, el espíritu artesano envuelve todo el proceso.