Este estilo se basa en la idea de que los espacios deben ser funcionales y acogedores. Los interiores escandinavos suelen ser ligeros, con un fuerte enfoque en la simplicidad y la comodidad. La luz natural juega un papel crucial, ya que las largas noches de invierno en los países nórdicos hacen que la luminosidad sea esencial. Los muebles son elegantes pero cómodos, y se presta atención a cada detalle para crear un ambiente armonioso. Se utiliza la madera clara, especialmente de abedul y pino, junto con textiles suaves como lana y algodón.